Aquí podemos entender los efectos que pueden causar grandes personalidades desalmadas. Léase, «lo que pasa ahora en España y en el mundo» y adonde nos puede llevar el «progreso» equivocado. Debemos progresar hacia el bien colectivo no particular.

El ser humano es un alma dentro de una personalidad egoica. Dependiendo de quién de los dos tome el mando, se producen unos resultados. Es la ley del karma, que los orientales llaman así. Esta ley nos enseña que nuestras acciones tienen consecuencias, ya sean positivas o negativas.

En la sociedad actual, vemos cómo los dirigentes, siempre inteligentes, con personalidades poderosas, pero demasiadas veces desalmados, causan sufrimiento y caos a su alrededor. La falta de conexión con su alma les lleva a actuar de manera egocentrista, separatista, con deseo de poder y estatus, en realidad servidores del mismo Satán, sin importarles las consecuencias para los demás. Estos líderes despiertan el lado oscuro en las personas, rencor, envidia, odio, temor, violencia, separatismo, enfrentamientos, alimentando el sufrimiento y el conflicto en el mundo.

Por otro lado, aquellos que actúan desde el alma y buscan la paz interior, contribuyen a un mundo más armonioso y equilibrado. Estas personas entienden la importancia de cuidar su alma y conectar con su verdadero ser, evitando así caer en las trampas del ego y el sufrimiento.

El diablo o Satán no sé si tiene cuernos o no, pero está representado como la personificación del mal en muchas culturas, es en realidad la manifestación de nuestra propia oscuridad interior. Cuando permitimos que el ego tome el control, nos alejamos de nuestra verdadera esencia y caemos en un ciclo de sufrimiento y desdicha.

Es importante recordar que cada uno de nosotros tiene el poder de elegir entre seguir al ego o al alma. Al tomar decisiones conscientes y alineadas con nuestra verdadera naturaleza, la luz divina, podemos romper con el ciclo kármico del sufrimiento y encontrar la paz interior para relacionarnos con todos los seres y construir una sociedad de bienestar y paz global, no solo de unos pocos.

En resumen, el ser humano es un alma en busca de su verdadera esencia. Depende de nosotros elegir el camino del amor y la compasión, en lugar de caer en las garras del ego y el sufrimiento. La ley del karma nos recuerda que nuestras acciones tienen consecuencias, por lo que es fundamental actuar desde el corazón y buscar la armonía en todo lo que hacemos.

Debemos de ser conscientes de esto y no colaborar con el mal, dejándonos guiar la palabrería de Satán, por el rencor, el odio, el enfrentamiento, el separatismo y la violencia, que es lo que el diablo promueve en su propio beneficio, sin importarle el sufrimiento ajeno. En este video te lo explicamos con detalle.

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