Desde el 15 de mayo de 1984 está la recomendación de la OMS de integrar la dimensión espiritual como “ideas que ennoblecen al ser humano” sin contexto religioso, en la definición de salud (total bienestar físico, social y mental además de ausencia de enfermedad) como objetivo “La salud para todos en el año 2000”. No obstante, estamos en el 2023 y nada ha cambiado.

Es de resaltar que la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma Ata (setiembre 1978) no consiguió cumplir la meta de «Salud para todos» necesaria para el año 2000 por, según los críticos, falta de voluntad médica, política e ideológica, generándose en ese plazo una brecha sanitaria aún mayor de la existente en 1978, y creándose sistemas de salud mixtos, para las clases bajas el subsidio estatal, muchas veces deficiente, y para las clases beneficiadas económicamente, la alternativa privada.

Por esas mismas fechas, 1982, La Declaración Universal de los derechos del niño, en cuyo preámbulo menciona como base la familia, (que quieren destruir ahora) el amor ( que se confunde con muchas cosas que no o son), espíritu de paz,( que evidentemente brilla por su ausencia) dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad, (que ni comento), también incluye el concepto espiritual como derecho del niño a ser desarrollado en el Art. 27.1: física, mental, moral social y espiritual, por sus padres o responsables de su educación (no sé qué hace el Defensor del niño). Y menciona en su preámbulo la justicia, el espíritu de paz, la dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad como principios en los que se basan los Derechos.

No obstante, sigue sin tenerse en cuenta en la educación tanto formal como no formal y existe, desgraciadamente, una gran resistencia de muchas áreas de la sociedad, la medicina y la psicología, p.ej. (grupos importantes en el desarrollo y bienestar humano) a tomarlo en cuenta como factor importante en el desarrollo de una sociedad pacífica. El progreso que se ofrece ahora de enfrentamiento, mentira, egocentrismo, separatismo, crítica y odio es anti espiritual. No son ideas “que ennoblecen” y lleven al bienestar global, aunque sí al de unos pocos, más bien son ideas que enriquecen monetaria y socialmente a algunos a costa del sufrimiento de otros. De ahí que actualmente exista la falta de educación espiritual, transparencia y de información, la mentira, la confusión y la proliferación y complicidad con el delito. Es evidente que el orgullo, deseo de poder, egoísmo, envidia, critica, mentira, ira, violencia, desprecio, insolidaridad, entre otros, no son factores que ennoblecen al ser humano y que crean una sociedad de sufrimiento.

CONCRETANDO:

Haya muchos dioses o pocos, conozcas, supuestamente, lo que hay más allá de la muerte, sea verdad o haya sido un sueño distinto o te lo hayas inventado; hagas mindfulness, kundalinis, chakras, juegues con la respiración y el cerebro; practiques sucedáneos del verdadero yoga con nombres exóticos que nada tienen que ver con el verdadero Raja Yoga de Patanjali o hagas meditaciones guiadas no se sabe a dónde o un largo etc., en este mundo, a tu alrededor, seguirá habiendo egocentrismo, mentira, insolidaridad y odio; conflictos en las relaciones personales y guerras crueles entre los países produciendo enfermedades, separatismos sociales y más sufrimiento, si el ser humano no es espiritual. (Practicar la humildad, la generosidad, la compasión, la verdad, la equidad y la solidaridad, en tu vida cotidiana, en todas sus relaciones para empezar).

Esta espiritualidad como “Las ideas que ennoblecen al ser humano” es lo que recomendaban los famosos griegos antiguos, Platón y contemporáneos, (La verdadera Psico – logía, La ciencia del alma, de la mente superior), Amma, Zoroastro, Lao Tse, Confucio, Hermes Trismegisto, Jesús el Cristo, hinduismo previo a Buda y este mismo, que no era budista ni religioso, (la religión budista la hicieron otros después lo mismo que otras religiones). Él, concretamente, enseñó un método para eliminar el sufrimiento, según sus propias palabras, que es Las Cuatro Nobles Verdades con su Noble Sendero Óctuple, para monjes y laicos, a elegir, (Recto conocer, meditar y practicar en la vida diaria) vigente y aplicable hoy día y que la neurociencia nos corrobora ahora su eficacia y que también lo tiene como objetivo principal la meditación contemplativa de hace más de dos mil años, que parece ser que ahora vuelve a renacer con el peligro que eso supone en una sociedad monetizada, egoísta, hedonista y con escasa conciencia colectiva.

Desgraciadamente en una sociedad así, la baja condición humana a través del egocentrismo transforma lo espiritual y confunde la virtud y meditación con cosas que nada tienen que ver con las “ideas que ennoblecen” y están substituidas por  ideas que enriquecen monetaria y socialmente, por lo que el buscador de la verdad, el que busca el sendero del corazón, no de la mente, se confunde y le retrasa la evolución, pero desgraciadamente contenta y satisface al buscador ocasional de sensaciones pasajeras egoístas, la mariposa que va de flor en flor, configurando una sociedad de bienestares pasajeros, (“estados emocionales placenteros que no eliminan el sufrimiento” los llamo Buda, sutra nº 8 Majjhima Nikaya) utilizando a los demás como objetos de su placer, pero provocándoles  dudas, errores, temor, y sufrimiento.

El mismo Buda advierte sobre las ”cuestiones improcedentes” (sutra nº 63 Majjhima Nikaya) y “atenciones indebidas” (La Palabra del Buda, Nyanatiloka Mahathera) que no eliminan el sufrimiento, pero atraen a los humanos como moscas a un pastel de rica miel.  Ya nos lo dijo Samaniego hace muchos años:

A un pastel de rica miel dos mil moscas acudieron, (Ojalá fueran solo dos mil)
que por golosas murieron presas de patas en él.
Otra dentro del pastel enterró su golosina.
 Así, si bien se examina,
 los humanos corazones
perecen en las prisiones del vicio que les domina.

Félix María de Samaniego

Recomiendo leer El experimento Universo 25 y reflexionar sobre el futuro humano.

Este es un posible futuro si no se tiene en cuenta la mencionada espiritualidad recomendada por la OMS y los derechos de los niños. Tampoco hace falta ir a la universidad para darse cuenta. A poco que se reflexione con sinceridad se reconocen fácilmente “las ideas que ennoblecen” que llevan a un bienestar global y las ideas que hacen sufrir, aunque “enriquezcan” a algunos.

Elige la sociedad en la que quieres vivir y empieza a hacer algo por cambiarla, transformándote a ti mismo, en un ser feliz y pacífico con el Recto Conocer, Meditar y Practicar.

Te ofrecemos un método claro, conciso, concreto, directo, práctico, aconfesional, demostrada su eficacia a través de miles de años de experiencia, unos pocos personales y de muchos alumnos a través de más de treinta años, la neurociencia actual y la psicología espiritual.

Comenzarás a vivir en paz.

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