El alma: Nuestro tesoro más preciado
El alma es nuestro tesoro más preciado y debemos protegerlo de las influencias negativas. El Maligno intenta distraernos y alejarnos de nuestra esencia espiritual con luces de neón, atractivas pero “cuestiones improcedentes”, como decía Buda. Es importante recordar que somos seres espirituales teniendo una experiencia humana, a través de un cuerpo físico, astral y mental y no al revés. Un alma dentro de cuerpos de contacto para aprender espiritualidad no deseos. Debemos nutrir nuestra alma con meditación y práctica de virtudes espirituales en esta vida, no en la post muerte, (eso es meditar) y una conexión profunda con lo divino (esto es contemplar, sentirlas en el corazón). Solo así podremos superar los obstáculos y alcanzar la verdadera paz y felicidad en esta vida mundana, durante la muerte y después.
El Maligno y el plano astral: Un dúo peligroso
El viaje astral puede ser una experiencia fascinante, pero también puede ser peligroso. El Maligno se aprovecha de nuestra curiosidad y nos tienta a explorar este plano, se aprovecha de la ignorancia y la confusión y nos distrae de nuestro verdadero propósito espiritual. Con su astucia y engaño, se convierte en un obstáculo en nuestro camino hacia la espiritualidad.
Es importante recordar que el viaje astral no es un juego o paseo por el plano astral pues este no es un lugar. Es un estado vibratorio de vidas en instintos animales, emociones, deseos y pasiones de todos los seres del Universo, en grados distintos, pero nunca espirituales. También están seres en proceso de reciclaje, de reencarnación y más…ningún beneficio para el crecimiento del alma. Un estado muy peligroso para quien no lo conoce y nunca recomendado por ningún gran Maestro espiritual. La vibración espiritual está dos planos “más arriba”. Debemos ser prudentes y conscientes de los peligros que pueden surgir durante esta práctica no necesaria en el crecimiento espiritual.
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